sábado, 15 de mayo de 2010

Necesidad de estar y no

“Me temo que en arte soy agnóstico”, le dice Duchamp a Cabanne en un momento de este libro de conversaciones que después de releerlo creo que influyó en mi obra y no tanto en mi vida, aunque me ha permitido tener la conciencia, si cabe más clara, de que he podido conocer el choque de al menos dos tensiones siempre: la necesidad de estar y no estar al mismo tiempo. Ser el activo y pesado Picasso y producir todo el rato, pero también ser el indolente y gran amante del juego que fue Duchamp, y prodigarme lo menos posible y en realidad no hacer nada y practicar el arte de saber respirar y de caminar por la Quinta Avenida. Hablar mucho, como mi padre, y a la vez conocer las sabias pautas del silencio, como mi madre. Dos posibilidades de las que ya habló Kafka: hacerse infinitamente pequeño o serlo. Y en realidad suscribir aquello que decía el propio Duchamp: “Siempre me he forzado a la contradicción, para evitar conformarme con mi propio gusto”.
Enrique Vila-Matas. Blooog.

Esto me recuerda a lo que decía Calvino de Cortázar, que en él convivían dos fuerzas, la fuerza de líneas rectas-Mondrian y el verde y húmedo cronopio, o en otro orden, lo que decía Chillida de que él sólo hacía lo que no sabía hacer, porque no tenía sentido seguir haciendo lo que ya se sabía, incluso dejó de dibujar con la mano derecha para evitar el automatismo de la perfección...

No hay comentarios: