Leo, siento y padezco a Jose M. Sánchez Ron en un artículo sobre Bertrand Russell en el que al mentar la verdad no se le tuerce el gesto. (Al menos no se le tuerce que yo sepa o que yo intuya). A Russel lo leí primero en textos sueltos, luego en Por qué no soy cristiano, y más tarde en otros textos más escogidos, confieso, como S. Ron, que no entendí Principia Mathematica.
Cito dos párrafos que él cita. Y los suscribo, sobre todo por su economía de medios.
"Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación"
No dice búsqueda de amor, ni ansia de conocimiento, y sí dice "insoportable piedad" y "angustia". Parece todo el conjunto tan exacto y cerrado como total que suma más que las partes.
"Puede que haya concebido equivocadamente la verdad teórica, pero no me equivoqué en pensar que existe tal verdad y que merece nuestra lealtad. Puede que haya creído que el camino hacia un mundo de hombres libres y felices era más corto de lo que se está revelando, pero no me equivoqué al pensar que ese mundo es posible, y que merece la pena vivir con miras a volverlo realidad".
Lo que me pasaba antes cuando leía estas cosas es que me recorría la misma angustia, la mismita que leo en Russell, la del obsesivo buscador, ansioso y angustiado. Y sin embargo, esa esperanza del filósofo de estar en el camino, esa también me suena, a pesar de estar en el mismo mundo de los que se levantan a la 7 para hacer el mísero trabajo de ganar dinero para otro al que no le importa nada la verdad ni la lealtad, y a pesar de eso aún creo, aún mantengo la esperanza, la mismita que genera la angustia.
Creo que lo que saltó ayer en las noticias sobre la niña que muere azotada en Bangladesh, lo que pasa en Egipto con Mubarak y lo que pasa en Italia con Berlusconi son la misma noticia. La misma raíz, o como se suele decir, distintas caras de la misma moneda. La misma obscenidad llevada al extremo, algo tan viejo como el primero que creyó que tenía la verdad, o la razón, o el criterio universal, el que tiene poder de imponer el suyo creyendo que es universal.
Una vez en clase (hace mucho y qué importa) se formó un debate Machismo vs Feminismo. Recuerdo haber hablado la primera, para distinguir dos tipos de feminismo (en aquellos tiempos en que no se podía teclear feminismo en la Wikipedia). Creo haber dicho (y seguro no fue asi del todo) que había un feminismo legítimo que defendía los derechos de la mujer, y otro mas "recalcitrante" que abogaba por igualar a los géneros por abajo, copiando la mujer lo malo del género masculino. Se hizo un silencio, eso lo recuerdo como imagen instantánea de tu vida, como esas situaciones que te sorprenden porque para ti era obvio pero. Luego el debate siguió, como siguen las cosas que quieren ignorar lo dicho al principio, por inercia, por no revisar discursos, y se creó una batalla de géneros de nula intensidad.
Con los años, ese debate se ha perdido, por lo menos de mi horizonte había desaparecido. Alguna vez acechan viejos fantasmas de eso, pero vienen desde otro lado, cosas de Zizek. Es curioso como Zizek reorienta el pensamiento, es decir, cambia el punto de mira, y pongo un ejemplo muy gráfico, sobre el tema de la multiculturalidad, cualquiera se uniría a esta causa, pero como te unes a salvar a las focas monje, porque es lo correcto. Zizek cuenta que estas luchas se gestan desde la superficialidad en las intenciones, desde la "falsa tolerancia" del discurso occidental. Y se demuestra fácilmente cuando el "Otro", al que respetamos, porque quiénes somos para decir que las vacas no son sagradas o que el hombre bueno no va al cielo, pasa la línea, como ayer cuando murió una niña de 14 años en Bangladesh azotada 100 veces por "mantener relaciones" con un primo casado, y sin entrar siquiera en que haya sido violada, ¿es justo?. Bueno, no creo que alguien occidental diga que es justo o que lo respeta.
El límite del respeto a otra cultura... ¿dónde tiene el límite?. Yo creo que no hay respeto, es vano ese respeto, es miedoso y estéril. Si no hay verdad universal ni criterio más verdadero que otro, lo de Bangladesh sería, además de multicultural, respetable. Hay quien dirá que el límite son los famosos Derechos Humanos, (Human Rights, diría Steven), pero por favooor (con gesto de clamar al cielo) acaso no son los Derechos Humanos un límite que rebasan todas las culturas, acaso la occidental, por agruparlas, acaso la cultura occidental los respeta, acaso yo no sé que este ordenador costaría el triple si no fuera porque los hacen en países donde no se respetan los derechos humanos. (Pero los hacen lejos, leeejos).
Sospecho que el debate es mucho más profundo, o más radical como diría Zizek. Bajo lo de Bangladesh se oculta o se desvela mejor, que existe un criterio que consideramos moralmente más valido, y una religión mejor que otra, y un miedo al Otro, a que se mezcle con nosotros, a que venga con un criterio universal que no es el nuestro, tan paternalistas y tolerantes con los otros que hasta los dejamos existir en Alá, pero lejos. Zizek cuenta que "el multiculturalismo conlleva una obscenidad secreta", es decir, quien se ve "tolerante multicultural" es capaz, por poner un ejemplo, de defender por razones feministas una intervención armada (véase el Tea Party).
A mi me resulta más obsceno lo que está pasando en Italia, resulta un ejemplo perfecto del funcionamiento de la moralidad cristiana. Lo que pasa con Berlusconi y sus fiestas con menores, que el 60% de la población quiera ser como él, que las mujeres hayan perdido la capacidad de "verse". Cómo es el sexo para encubrir las miserias de este Occidente tan multicultural y tolerante. La niña de 14 años murió por un tabú sexual no superado. Berlusconi sigue viviendo por el mismo tabú pero dado la vuelta, la misma moneda, distinta cara. Ayer dijo Berlusconi, por unir estos dos temas con el tercero, que Mubarak es el "hombre más sabio" de todo Oriente Próximo. (Lo de "Próximo" es muy interesante, pero lo dejamos para otro post). Lo que dice Berlusconi es lo que quieren decir los países de la Unión Europea, pero no se atreven, no es correcto decirlo, uy, que han "condenado la violencia y abogado por el diálogo", es de risa.
Dejo aquí un documental que encontré esta mañana sobre lo que les está pasando a las mujeres en Italia. Dura 25 minutos, y a ratos se repite, pero las imágenes tan reales que son el fantasma mismo, que diría Zizek, y la voz seria de quien narra este hecho banal como si escondiera por sí mismo la amarga Verdad de Italia, y por extensión de Occidente, y por extensión de la multiculturalidad, de lo correcto, del machismo y feminismo, el presentador que se dirige a las "azafatas" en el minuto 21 del video, merecen la pena los 25 minutos.