domingo, 1 de enero de 2012

Cada ciudad puede ser otra


Cada ciudad puede ser otra
cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren








el amor pasa por los parques


casi sin verlos amándolos














entre la fiesta de los pájaros

y la homilía de los pinos














cada ciudad puede ser otra

cuando el amor pinta los muros














y de los rostros que atardecen

unos es el rostro del amor












y el amor viene y va y regresa
y la ciudad es el testigo















de sus abrazos y crepúsculos

de sus bonanzas y aguaceros










y si el amor se va y no vuelve

la ciudad carga con su otoño

ya que le quedan sólo el duelo
y las estatuas del amo









 Mario Benedetti.






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