-No llorés- le dijo Oliveira a Babs, hablándole al oído-. No llorés, Babs, todo esto no es verdad.
-Oh, sí, oh, sí que es verdad-dijo Babs, sonándose-.Oh, sí que es verdad.
-Será- dijo Oliveira, besándola en la mejilla -pero no es la verdad.
-Como esas sombras- dijo Babs, tragándose los mocos y moviendo la mano de un lado a otro -y uno está tan triste, Horacio, porque todo es hermoso.
Rayuela. Cap. 12.
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