Lo que cuesta explicar las cosas en Enero, que hace más frío del que marca el termómetro que es ya sólo virtual después de prohibir el mercurio y los altares (los altares de barro y premisas siguen por aqui desde la aurora).
Otro domingo perfecto, este con café pero sin tostadas. No fui a mi citas pendientes, pero eso lo hago siempre sin ser domingo . Esta vez leyendo, leyendo sobre esto:
Primero fue la audiencia, "Deja vú gana a la OT de Pilar Rubio", eso leo, y me vuelve la duda de los audímetros... Los audímetros, cosa que a mi me interesa de manera inexplicable y desde antes que tuviera los medios para saber qué es una muestra representativa y lo discutiera en foros que aqui no vienen al caso. Hay 14.187.169 hogares en España (a Enero de 2010, dice el INE. Gracias a Gesplan por la agilidad que me ofreció en la búsqueda de todos estos datos, en su mayoría tan ingentes como inútiles para un españolito medio ni para un endiosado españolito). Decía que hay un poco más de 14 millones de hogares y 4625 audímetros. Fuera de la discusión de si es representativo el número, me quedo con el número de "hogares" que tienen el aparatito, parece que España es el 7º país en número de audímetros (en número absoluto), los españolitos somos unos consumidores voraces que viven con sus padres para poder tener un cocha
zo y un Wii. Por cierto que Merkel les ofrecerá trabajo a los españolitos cualificados . Os dejo el enlace aqui. (No lo dice, pero uno de los requisitos es no poseer audímetro y otro vivir emancipado).
Luego vino Ángela de la Cruz, finalista del Turner. Confieso que la he leído las veces que ha escrito en los medios o que le han hecho una entrevista, y no consigo encontrarle el interés, y claro, su obra tampoco me desvela el misterio, igual sigo, pero me temo que como sigue la Mazagatos a Vargas Llosa, a ciegas.
Dice Ángela que le gusta mucho la artista Hayley Tompkins, asi que la busco, y tampoco. Igual lo leo, lo miro, lo intento, y quizá hasta me gusta más que Ángela, y pongo aqui algo de eso de que Haley hace para "ilustrar" este domingo menos, por si alguien me desvela el misterio.Y después vino Tomás, el filósofo, y otra vez las vueltas a la teleología (que no es la parte de la sociología que estudia las audiencias de la tele, no, no, no. Es, como bien dice El País, "la creencia en la existencia de una causa final). Ay, no sé si esto les suena. Dice Tomás (con apellido prometedor), que " a algunos les produce "zozobra" reconocer que el cosmos no emite señales, que es mudo e indiferente" incluso, que la evolución no es un progreso. El artículo, que no incluye entrevista con el filósofo, termina diciendo que cuando uno tiene un martillo ve clavos por todas partes. Rayuela empieza (virtualmente empieza en el capítulo 41, y cuando digo "virtualmente" es "para mí" y para todos los que conocen cómo se escribió) con Oliveira intentando enderezar clavos con un martillo y buscando algo que ya todos intuimos poco visible, buscando a ciegas. Buscando en una montaña, me voy a hacer una lasaña, seguimos trabajando en ello.
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