sábado, 12 de septiembre de 2009

Querencias

Me acuerdo de Borges diciendo que me dejaba su móvil por si por la noche me daba por hacer alguna tontería. Le daba la impresión de que mi melancolía era, más que una enfermedad literaria, una de las formas de mi psicosis, la que me iba a derivar a otros tratamientos, donde "los objetos toman características de totalidad". Resultó que más que melancolía era solo querencia. Querencia por lo melancólico en su totalidad, afán de eternidad enamorado de la fugacidad de las cosas. Esto nunca me lo dijo claro, lo fui intuyendo gracias a la literatura. Hoy los objetos han tomado posiciones de síntesis, yo los he visto resumiendo algo, aunque no sea mi carácter ni mi costumbre lo he simplificado para contarlo...

La melancolía que hay en mi casa
no es por el viaje próximo,
no es por los días que la nevera lleva vacía,
no es por las frases que cuelgan de las paredes,
no es por la luz tenue de esa lámpara azul,
no es por la invasión de credenciales,
no es por el balcón ausente,
es, seguro, por esa ropa tendida…
que son sólo pijamas.

1 comentario:

Elena Martín dijo...

gracias por el comentario en mi blog :)
voy a explorar un ratito más el contenido de tus maletas.

Saludos