viernes, 22 de diciembre de 2006

A Caminar....

Quiero poner en la punta de tus dudas
la verdad que me quema las entrañas
e inundarte el espacio que me ofrezcas
como un hermoso río que te baña.

Quiero desnuda hablar de la inocencia
que provoca quitarse los ropajes,
y mostrarme cual soy en tu presencia,
como si fuera a partir sin equipaje.

No me pidas cambiar lo que en principio
admirabas en mí sin serte extraño,
en el amor no existen sacrificios,
se entrega hasta la vida voluntaria.

Yo no quiero cambiar lo que tu fuiste,
lo que eres y serás, al enfrentarme
entre ratos alegres y otros tristes,
mi función de mujer en este viaje.

Despójate de culpas y pasiones,
que cinco siglos van a terminar
entrégate a la luz de mis amores,
y juntos de la mano a caminar.

No me pidas cambiar lo que en principio,
admirabas en mí sin serte extraño.
Yo no quiero cambiar lo que tú fuiste,
lo que eres y serás al enfrentarme.


Pablo Milanés...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que nos queda.

Nos queda sentarnos en un banquito al sol
Y mirar, mirar al empedrado
y escuchar, como les salen los dientes
a los demás,
y fumar, exhalar el humo
por los agujeritos que tenemos.
Nos queda dejarnos crecer la barba recia
y el pelo huidizo insumiso.

Y no nos queda mucho más
que callar
cerrar la boca temerosa,
analizar los gestos postreros,
recordar la vida, cómo será.
Nos quedan los poemas
y nada más.

Ladybug dijo...

un poema de todo fue nada y al final todo esto para nada... pero nos quedan otros poemas, otros con afán de eternidad, aunque eso tenga los dias contados, con necesidades urgentes por un rato, con circunvalació de pronunciación dudosa, con prisas de últimamente, y frio, porque aqui hace frio aunque no te lo creas

Anónimo dijo...

Sí, supersecundario frío. (Todavía quedan restos de humedad)

Anónimo dijo...

ese poema de quién es?
veo un toque cortázar por ahí.............
no?

ein?